noviembre 13, 2018

Lectura, alfabetización y tecnología.

En este artículo trataremos de mostrar por qué se lee menos en España

El nacimiento del marketing se produce como una necesidad, y ocurre en la Inglaterra anterior a la revolución industrial, tras el descubrimiento de las rutas de la seda y el nuevo mundo. En este contexto, Inglaterra sufre un excedente de producción textil, y ha de buscar nuevos mercados, que le ayudarían a dar salida a dicho excedente.

Para que el marketing pueda funcionar necesita de una población que sepa leer y escribir. El estado inglés llegó a invertir fuertes sumas de dinero en educación. De esta manera llega a alcanzar a mediados del siglo XIX una tasa de alfabetización del 80%.

Ello no solo consigue el desarrollo del marketing, sino también la expansión de la industria editorial inglesa. Esta última industria no solo llega a despuntar en todo el mundo sino que convierte al inglés en lengua franca. Actualmente el 80% de las transacciones económicas del mundo se hacen en lengua inglesa. El inglés tiene esta difusión, entre otros factores, por la alfabetización de su población.

España, sin embargo, tiene una evolución diferente. La tasa de alfabetización a mediados del XIX no llegaba al 30% en hombres y al 10% en mujeres. Todos los grandes escritores españoles del XIX y del XX pertenecían a una élite. Así, la industria editorial tuvo una menor calidad y difusión.

Cuando las tasas de alfabetización comienzan a subir en España, llega el nacimiento de la radio y posteriormente de la televisión, y esto frena el desarrollo de la lectura ¿Para qué voy a leer si me lo cuentan? De hecho, la producción de nuevos títulos en libros en el período 2010-2015 es sorprendente. Mientras que en Reino Unido es de más de 100.000, en España son menos de la mitad, siendo el castellano la segunda lengua madre más hablada del planeta, después de la china.

Fue la Ley General de Enseñanza la que democratiza la educación en España, en la transición, dejando de ser, por ejemplo, la enseñanza universitaria, un elemento exclusivo de las élites.

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José Antonio Caballero